Jorge Gonzáles Rodríguez and Juan Carlos Armengol Manzo

9 de abril de 2012

¡CRISTO HA RESUCITADO!

VERDADERAMENTE HA RESUCITADO

 

Estarás en condiciones de reconocer que tu espíritu ha resucitado plenamente en Cristo si puede decir con íntima convicción. “¡Si Jesús vive, eso me basta!”. Estas palabras expresan de verdad una adhesión profunda y digna de los amigos de Jesús. Cuán puro es el afecto que puede decir: “¡Si Jesús vive, eso me basta!”. Si él vive, vivo yo, porque mi alma está suspendida de él; más aún, él es mi vida y todo aquello de lo que tengo necesidad. ¿Qué puede faltarme, en efecto, si Jesús vive? Aun cuando me faltara todo, no me importa, con tal que viva Jesús… Incluso si a él le complaciera que yo me faltara a mí mismo, me basta con que él viva, con tal que sea para él mismo. Sólo cuando el amor de Cristo absorba de este modo tan total el corazón del hombre, hasta el punto de que se abandone y se olvide de sí mismo y sólo se muestre sensible a Jesucristo y a todo lo relacionado con él, sólo entonces será perfecta en él la caridad (Guerrico de Igny, Sermo in Pascha, I, 5).